La humanidad lleva varios milenios consumiendo habas, hasta el punto de que es posiblemente la leguminosa que se cultiva desde tiempos más antiguos.
Las habas son una buena fuente de hierro, por lo que convienen a los deportistas y jóvenes para favorecer la producción de sangre.
Se pueden preparar crudas, cocinadas y secas, las habas se recomiendan en caso de anemia, así como en el embarazo, en la adolescencia, en los deportistas y en la covalencia de enfermedades infecciosas o intervenciones quirúrgicas.