Así pues el origen del autentico mezcal se ubica en Oaxaca a lo que debe su sabor único. En ninguna parte del mundo se fabrica un producto similar al mezcal oaxaqueño y hace ya varios decenios que los nativos del lugar lo elaboran con métodos tradicionales.
En Oaxaca existen diversas variedades de agave mezcalero, entre ellas se distingue la denominada Espadín, que es una de las de más aceptación y de mayor calidad.
Por tradición, el mezcal oaxaqueño lleva un gusanito en el interior de cada botella. Este gusano proviene de los mismos agaves y se cría en la base de estos, durante la época de lluvias.
Por costumbre a este gusano se le llama “Juanito, el Gusanito” y es patrimonio de Oaxaca, tanto el gusano como el nombre, privilegio que posee ningún otro estado del país.
Por otra parte, si los gusanitos de agave se fríen en un comal hasta que su caparacho adquiere un color dorado o rojo, toman un sabor exquisito que es de gran demanda en el mercado nacional.
