Comparada con la gastronomía del centro del país, la sonorense no es muy abundante; aun así, la tradición ha preservado platillos extraordinarios, que logran satisfacer hasta el paladar más exigente.
Muestra de ello son los siguientes platillos.
Burritos, atole y tamales de pitahaya, yumare, guaca-yaquí o puchero, guacapoponi o macha, tortillas y gorditas de harina, cortes finos de res asados, tamales de elote y gallina pinta (caldo de carne con nixtamal y frijol), Gallina pinta (cocido de maíz, fríjol y carne de res), Menudo sonorense (maíz, panza, pata de res, chile verde, cebolla, orégano, cilantro), Caldo de queso (papas rebanadas con queso, tomate y cebolla), Tamales de garbanzo, Vitualla de garbanzos, Colache de calabacitas, Bichicoris u orejones de calabaza, Tortillas de harina, Chimichangas, Coyotas, Callo de hacha, Burritos de machaca, Caldillo de machaca (huevos ahogados), Empanadas de ostiones estilo Guaymas (ostión y mantequilla), Camarones rellenos (tocino, jamón, mostaza, naranja), Tépari con aldilla (frijoles blancos con falda de res), Huacabaque yaqui (falda de res, cacahuazintle, fríjol, jitomate, chile ancho), Frijoles maneados (fríjol, queso chihuahua, poblano, manteca), Machaca, Carne asada.
Postres: Cusirí yaqui (calabaza, piloncillo, naranja, canela, harina, leche), Coyotas del pueblo (harina, levadura, piloncillo, manteca), Bebidas: bacanora (de maguey mezcalero), sotol (maguey).